
Durante los días 21, 22 y 23 de este pasado mes de marzo, ha tenido lugar en Madrid, el esperado (largamente esperado) Plenario de Vida Ascendente.
Al encuentro asistimos más de 60 personas de todas las diócesis de la península y las islas. Y no hacía falta que la Memoria nos recordara el largo tiempo que la pandemia nos había impedido la presencialidad del encuentro. En los gestos, los rostros, las palabras..., se vivía el deseo, la cordialidad, la satisfacción por el reencuentro. Y la fraternidad... Los antiguos, conocidos entre sí, recuperaban el gozo. Los nuevos éramos acogidos tan abierta y alegremente que, en poco tiempo, aquel grupo diverso era ya un equipo compacto. Así lo viví y lo vi vivir.
Se inició el Plenario el día 21, a las 20 horas, con la Eucaristía. A continuación, y en la cena, los primeros contactos. Se palpaba la satisfacción de volver a recuperar los encuentros.
El día 22 fue un día de trabajo intenso, pero con ritmo sereno. Tras la oración, el secretario fue dando las indicaciones prácticas que facilitaran la labor y recordó que todos los actos serían grabados y se subirían a la web. vidaascendente.es
El presidente Alvaro Medina dio inicio a este tan deseado Pleno que lleva por título: Nuevo amanecer. Agradeció a todos su labor y su presencia y dejó paso a la presentación de los asistentes. Cada uno/a, desde su sitio, se nombra y presenta. Es un acto protocolario, sí, que se convirtió pronto en un gozoso encuentro en el clima más cordial.
A continuación el señor Obispo Sergi Gordo, auxiliar de Barcelona, tomó la palabra y con el mismo título, Nuevo amanecer, comenzó su charla. Como ya podéis verla en la web, solo me ceñiré a frases e ideas que me impactaron más.
Afirmó rotundamente que este momento es un camino juntos, una experiencia de sinodalidad. Trasmitió los saludos del señor cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española. Y dio gracias; gracias por recuperar la presencialidad, y gracias por crecer en contactos telemáticos.
El eje central de sus palabras fueron los tres pilares de la Asociación. Con visión novedosa fue glosando cada uno a tres niveles: desde las dificultades vividas, llevaba a una respuesta humana y a la particular oferta de Vida Ascendente. Esquemáticamente sería así:
- Frente a la fragilidad la respuesta es la esperanza y nuestro eje de espiritualidad.
- Frente a la soledad individualista, la respuesta es la fraternidad y nuestro eje de amistad.
- Frente a la privatización de la fe, la respuesta es el testimonio y nuestro eje de apostolado.
Esto que anoto como un esquema lo desarrolló ampliamente y con gran riqueza expresiva. Os invito a verlo y disfrutarlo.
Fue un rato rico en contenidos y agradable en la forma, al que siguió un coloquio muy participativo Nos brindó con gracia el soneto del poeta argentino Bernárdez, que el papa Francisco citó en la Exhortación Apostólica Cristus vivit, y dedicó a todos los últimos versos:
“...lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado” *
Tras el Angelus, un café y la foto de grupo, acabamos la mañana con la Eucaristía.
La tarde se dedica a la Memoria, la información económica y la presentación de candidatos/as para la nueva presidencia. Tres mujeres y un hombre. Aquí hago un inciso para decir que me sorprendió agradablemente encontrar entre esos 60 presentes, una cantidad mayoritaria de presidentas.
Tras la reflexión y votación fue elegido el señor Jaime Tamarit, que hasta ahora era el vicepresidente.
Se presentó también una experiencia de la Pastoral del mayor, realizada en la diócesis de Getafe y ofrecida en vídeo. Me impactaron, sobre todo, dos cosas: el testimonio de un voluntario de Cáritas que descubrió que quien se ocupa de las personas mayores son las personas mayores. Y también el proyecto, presentado por un sacerdote y dos religiosas, en la cárcel de Valdemoro, para la atención a los presos mayores.
Fue un día lleno con encuentros, relatos, presentación de experiencias..., lleno pero sin agobio.
En la mañana del 23, la psicóloga María Gonzalez habló sobre El mayor en la actualidad, tras la pandemia. Fue otro momento interesante que podéis ver entero en la web. Yo me quedé con algunas “perlas”:
- Cada persona mayor es un ejemplar único, hay que mirarla como única. El hecho de tener la misma edad no nos hace iguales. Fuera tópicos.
- En esta pandemia, los mayores han sido competentes y activos socialmente y han conservado un mayor bienestar psicológico y afectivo.
- Se envejece como se ha vivido...
No me alargo más, la ponencia fue muy participativa, por decisión expresa de María, y acabó con la pregunta que lanzó a la sala: ¿la fe os ha ayudado en este tiempo? Se convirtió la respuesta en un canto a la fe y en un largo compartir de experiencias de fe, de amor, de dolor también y de fe compartida. Compartir la fe como algo importante.
Y, como no, se encontró tiempo para un emotivo momento; la despedida agradecida al presidente Alvaro. Dentro de la sencillez se palpaba el cariño.
Tras la comida del dia 23, llegan las despedidas, los últimos intercambios... y la vuelta a casa.
Como final me atrevería a describir como muy importante el ambiente: cordialidad; seriedad en las tareas, optimismo, capacidad de trabajo, riqueza de experiencias, motivación, fe...
María Jesús Ramos
*Este soneto entero y una reseña sobre el autor lo podéis encontrar en el RESSÓ de octubre de 2021.